Dejé mi país, pero jamás mis sueños.

What sacrifices have you made in life?

Tuve que dejar mi país hace un poco más de cuatro años. Al dejarlo, abandoné también a esa Isadora que hacía siempre las cosas que le gustaban. Dejé mi carrera, dejé mis hobbies, y tuve que desapegarme de aquel plan de vida que había construido desde pequeña. Ese fue el sacrificio más grande de mi vida: dejar mis sueños de lado (por un tiempo).

Cambié de país, pero no de sueños:

Aunque tuve que emigrar y abandonar todas esas cosas que amaba. Mis sueños siempre se mantuvieron conmigo. Fue difícil, y de hecho, aún lo es. Todavía no me dedico profesionalmente para lo que me preparé. Ya no soy esa foto-periodista que solía ser. Tampoco escribo para ganarme la vida, y más nunca me acerqué a un teatro. Sin embargo aquí estoy: tomando fotografías en mis tiempos libres, terminando una maestría en escritura creativa y tratando de mantener a flote un blog de poesía y escritura en pleno 2023, cuando ya casi nadie escribe y casi nadie lee.

No sé hacía dónde me seguirá llevando esta vida aquí. No sé si algún día me dejaré de sentir como esa cosa ajena que no encaja. No sé si algún día lograré vivir y trabajar de lo que realmente me gusta. Lo único que sé es que, aunque me cueste mucho más trabajo y dedicación de la que ya le he puesto, algún día lograré cumplir mis sueños.

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